ALTA EN EL HOSPITAL:
Después de mes y medio en Kirovogrado se acerca el día
que le den el alta a nuestro hijo. Él ya pesa 2300g. y en Ucrania hasta los
2500g no les dan el alta. Come y duerme bien, y tiene un aspecto genial. Por lo
demás, nuestra estancia en Kirovogrado no cambia: mi mujer ingresada en el
hospital con el bebé y yo visitándolos desde las 12 hasta las 18. El único
respiro que tenía mi mujer era el tiempo que pasábamos comiendo. Por cierto,
encontramos un restaurante genial y comimos allí casi todos los días. La
ciudad, sin ser gran cosa, al menos era tranquila y no tuvimos ningún problema.
Por fin, el 24 de mayo de 2015 le dan el alta a nuestro
niño. Ahora tenemos que ir a terminar de resolver el papeleo y conseguir el
pasaporte del peque para poder volver a España. Esa tarde nos recogen en el
hospital, comemos y viajamos en tren hasta Kiev. Esta vez, en tren “rápido”,
que tarda 3h 30 y es bastante cómodo. Sobre las 23 horas llegamos a Kiev, nos
recoge un taxi y nos llevan a un apartamento donde compartiremos piso con otras
dos parejas españolas. Esa noche llegamos cansados y fue un poco dura, pues nos
faltaba esterilizador y tuvimos que hervir los biberones, estábamos algo
descolocados y el peque extrañaba su cuna del hospital. Dormimos poco.
Anímicamente estábamos mejor, poco a poco se iba
acercando el día de reunirnos toda la familia. Ir a Kiev era salvar otro
obstáculo y ya lo habíamos logrado. Nos planteamos viajar a España y traer a
nuestro hijo mayor con nosotros, pero iban a ser poco días (o al menos eso nos
dijeron) y quizá no merecía la pena.