lunes, 12 de febrero de 2018

TODO MEJORA

TODO MEJORA
Tras diez días en España es momento de dejar a nuestro hijo mayor allí y volver a Ucrania. Otra vez comienza el largo recorrido: 6 horas de tren, 3h 30 de vuelo, noche en Kiev, y por suerte, el viaje a Kirovogrado fue en tren, unas 4h 30. Por último, 30 minutos en taxi. Justo el día que llego yo, la chica alemana y su bebé marchan para Kiev para solicitar el pasaporte del peque. La verdad es que fue de gran ayuda para mi mujer tenerla de apoyo, en una situación tan difícil.
Nuestro hijo va bien, poco a poco va cogiendo peso pero está aún lejos de los 2500gr que tiene que tener para que le den el alta. Aquellos días en Kirovogrado los recordamos como tediosos, rutinarios y aburridos. Mi mujer en el hospital ingresada con el bebé y cada tres horas levantándose para darle el biberón, el cual tardaba en beberse entre 30 y 50 minutos. Yo alojado en un apartamento (medianamente decente) me levantaba, iba a comprar y hacía tiempo a que el doctor terminara su turno para acercarme al hospital (al doctor no sabemos por qué pero no le gustaba que estuviera en la habitación con el bebé). Sobre las 12 llegaba al hospital le daba el biberón y nos íbamos a comer rápido, para estar toda la tarde con el bebé en el hospital (por las tardes no pasaba el doctor). Antes de anochecer volvía al apartamento y dejaba al peque y a su mamá en la habitación del hospital.
Al día siguiente, la misma rutina, y al siguiente,… quitado alguna anécdota que nos iban ocurriendo, esto fue así durante un mes y por suerte. Digo por suerte, porque si hubiera habido algún problema médico no sabemos cuánto tiempo hubiéramos estado en aquel lugar.

Anímicamente, estábamos mejor. El día que nuestro peque engordaba 80gr nos veníamos arriba, el día que no engordaba nos hundíamos. Lo que peor llevábamos era el estar lejos de nuestro hijo mayor, puff…