sábado, 10 de febrero de 2018

NACIMIENTO INESPERADO

NACIMIENTO INESPERADO
Granada, domingo 29 de marzo, tras un día visitando la ciudad y poco antes de ir a dormir, decidimos escribir a nuestro contacto en España con varias dudas que nos han surgido, pues no conseguimos desconectar. Queremos saber más del estado de la madre, queremos saber qué pasa si da a luz en su ciudad natal, si la trasladarían a Kiev o se queda en su ciudad, qué cuidad es, si podremos visitarlo, cuánto estaría en la incubadora…
Al día siguiente, lunes 30 de marzo, tenemos varias llamadas perdidas de nuestro contacto en España. Llamé, pensando que era por el email del día anterior, pero cuando me preguntó si estaba sentado, me entró un escalofrío indescriptible por todo el cuerpo.
Me dio la enhorabuena y me dijo que habíamos tenido un niño, que había nacido el sábado 28 de marzo por la tarde y que no habían podido contactar antes pues la clínica los domingos está cerrada. No supe que contestar, estaba en shock. ¡Cómo era posible! ¡Era la semana 27 de gestación! Le pedí 5 minutos, para decírselo a mi mujer y para asimilarlo. No hizo falta decirle nada, aunque estaba en el baño, supo que algo no iba bien. Nos pusimos a llorar, habíamos vuelto a ser padres pero teníamos sentimientos encontrados.
Volvemos a hablar con nuestro contacto para que nos informe más a fondo. Nos cuenta que nuestro hijo está ha nacido en Kirovogrado, a unos 300 km al sureste de Kiev. Ha nacido con 1070 gramos, está estable y se encuentra en la UCI pediátrica. Preguntamos cuándo podríamos viajar para verlo. Pero nos dicen que primero hay preparar el papeleo aquí en España. Así que decidimos dejar el hotel y marchar a casa para ponernos manos a la obra.

Camino a casa vamos asimilando la noticia. Teníamos sentimientos encontrados. No sabíamos si estar felices o tristes. Era una sensación muy extraña. Y sobre todo teníamos un miedo aterrador de cómo estaría nuestro NIÑO. Ya no vamos a tener una Martina, así que tenemos que pensar un nombre…