FAMILIA DIVIDIDA
Como ya contamos en la entrada anterior, nuestro hijo
mayor y yo volvimos a España para que se quedara con los abuelos, y después yo
regresar de nuevo a Kirovogrado. La verdad es que se portó como un campeón en
el viaje de vuelta. En cuatro días: viajó en tren seis horas hasta Barcelona,
allí un avión hasta Kiev. Al día siguiente, viaje de más de cinco horas en
“furgoneta de baches” hasta Kirovogrado. La tarde siguiente, tres horas y media
en tren Kirovogrado- Kiev. Madrugar y volar hasta Barcelona, y tomar dos trenes
hasta llegar a casa. ¡Con tres años ha viajado más que mucha gente! Todavía lo
recuerda.
Los días en España fueron raros. El peque sin entender la
situación, preguntado por su mamá, y yo con la cabeza dividida entre España y
Ucrania.
Mientras tanto a casi 4000 km:
La vida en el hospital no es nada fácil. El primer día,
el traductor de la agencia lleva a mi mujer a comprar todo lo necesario para
estar en el hospital: pañales, leche, medicamentos, ropa de cama, toalla,
cubiertos... A veces nos quejamos de la
sanidad pública española, pero estaría bien que conociéramos otras realidades
para valorar lo que tenemos. Lo peor de
allí, la comida: llevan 3 ollas con comida que parece gachas a cual menos
apetitosa. La mayoría de chicas que había allí le llevaban comida de fuera. El
hospital antiquísimo, con una letrina para toda la planta. (No todos los
hospitales de Ucrania son tan viejos). Mi mujer y el recién nacido están en una
habitación individual, él en una incubadora y ella en un camastro. Cada tres
horas pasa una enfermera para alimentarlo por sonda y una vez al día pasa el
médico y revisa su estado. El tercer día, el traductor de la agencia se marchó
a Kiev, pero estaría disponible por teléfono para lo que necesitáramos. Por suerte, en el hospital se encontró con una
chica alemana en la misma situación. Su bebé había nacido en febrero, en la
semana 28 y con 800gr. Pronto se hicieron muy amigas y fue un apoyo muy
importante para los primeros días. ¡Estas situaciones unen mucho! Ella le
enseñó, donde comprar, trucos para cuidar al bebé, la ciudad…
Los primeros días fueron duros para mi mujer (aunque ella
no lo quería reconocer). Estar en un hospital, en un país extranjero, sin nadie
que te apoye, sin entender lo que te dicen... El bebé parece ir bien. Va
cogiendo peso poco a poco y eso es lo más importante. Lleva gafa nasal, porque
aunque respira por sí solo todavía tiene los pulmones inmaduros.